El tema que con toda razón ha acaparado los medios de comunicación al igual que las redes sociales esta semana ha sido el despido de la conductora Carmen Aristegui de MVS. Periodista objetiva e independiente, fue separada por la empresa después de solicitar que una instancia oficial, en este caso la Presidencia, respondiera las acusaciones de un posible caso de alcoholismo por parte del Presidente.
Esta interrogante surge a raíz de la manta mostrada por el Diputado petista Gerardo Fernández Noroña ante el pleno comparando los riesgos de un borracho conduciendo un carro con el Presidente conduciendo en ese estado el país.
Antes que todo cabe destacar que yo no creo que el Presidente sea un alcohólico. En ninguna ocasión me ha tocado verlo en sus eventos públicos desencajado o en un estado menos que el esperado. Sin importar lo temprano o tarde llega a sobresalir por sus respuestas sagaces y estructuradas cuando es interrogado, sin embargo no creo que exista una excusa para limitar la libertad de expresión y mucho menos ejercer censura mediante un despido a una persona que tiene como profesión informar y en un caso ideal, informar en base a fuentes confiables u oficiales.
El conflicto estallo poniendo no solo a los comunicadores en contra de Los Pinos pero también a la sociedad en general. Esta avalancha de críticas provoco una reacción oficial empezando por un comunicado en el cual se deslindan de una eventual exigencia a MVS en el despido a la comunicadora viniendo después unas declaraciones por parte del Secretario Particular Roberto Gil en las cuales menciona que el Presidente cuenta con un “buen estado de salud”.
Veremos que sucede en los próximos días y si MVS cumple las condiciones que Carmen Aristegui delineo para su regreso o si la censura perdura y México continua perdiendo voces autónomas, críticas y preparadas.
FLECHAS:
** Como si no tuvieran suficientes conflictos internos, el PRD está a punto de dar inicio al cambio de su dirigencia y para su desgracia no se divisa todavía un perfil que pueda conciliar los interesas de las distintas tribus. Lázaro Cárdenas Batel, quien era el único personaje al cual se le veían posibilidades de conducir una renovación sin sobresaltos, ya mando a decir desde Washington D.C. que si saben contar no cuenten con él prendiendo focos de alerta en todo el partido.
** No hay duda que Diego Fernández de Ceballos ha regresado a la actividad política. La designación por parte del senado a Jorge Mario Pardo Rebolledo como nuevo Ministro de la Suprema Corte viene después de un intenso cabildeo por parte del Jefe Diego y su leal pupilo Fernando Gómez Mont.
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